En el segundo encuentro de fin de semana, uno de los temas que fueron abordados fue el »Ser Mujer». A través de diferentes técnicas llegamos a realizar una creación conjunta, reuniendo las impresiones y sentimientos de cada una de las participantes. Para ello, en primer lugar se genera un debate, desde lo verbal, acerca de cómo vivimos el rol de la mujer, desde nosotras mismas y desde lo que percibimos en el plano social.
Inicialmente, se nos pidió que realizásemos un dibujo de forma individual, representando cómo nos sentimos a nivel individual, como mujer en la sociedad y en el Universo. Una vez todas hemos finalizado, abrimos el escenario y cada una de nosotras colocamos nuestra obra en un lugar que nos parezca apropiado, tal y como si se tratase de un museo en el que se celebra una exposición. Paseamos a lo largo del museo, contemplando las creaciones del resto de nuestras compañeras, permitiéndonos sentir qué nos ofrecen estos dibujos, de mujeres distintas, sobre los diferentes modos de ser mujer, y de relacionarse con esta idea.
Tras darnos el espacio de sentarnos en círculo, intercambiando nuestras sensaciones durante la »visita al museo», nuestro director nos ofrece la posibilidad de realizar una creación conjunta, a partir de las diferentes piezas individuales, usando tantas como queramos, y empleando otros elementos, como telas de colores. Al momento, todas entramos en acción, imaginando qué podemos hacer con todo lo que en el escenario ha aparecido, cómo podemos combinarlo y dar lugar a algo nuevo en lo que todas nos veamos representadas.
Pasamos de ser siete protagonistas a un único protagonista: el grupo. Y es en este punto cuando podemos comprender cómo evolucionan las sensaciones desde los primeros momentos de la actividad, más «racionales» e «intelectuales» hacia un sentimiento de unidad; de pronto estamos compartiendo y compartiéndonos. En la primera parte de la actividad, en la conversación sobre la mujer, está presente el componente de conserva cultural, del que hablaba Moreno. Lo crítico de la conserva radica en el momento en el que lo que ya sabemos nos impide desarrollar la espontaneidad. El ejercicio del museo es un intento de ruptura en cierta de medida, »romper la conserva cultural», y poner en juego la espontaneidad.
Como observamos en la fotografía, esta creación conjunta hace llegar a la persona que la observa, tal y como nos sucedió a nosotras mismas, diferentes matices, sutiles e intensos, sobre este concepto tan candente en la actualidad, el »Ser Mujer». Finalmente, ¿qué es ser una mujer? A través de la creatividad y la espontaneidad hemos tratado de darle siete respuestas, y una respuesta.
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